jueves, 13 de agosto de 2009

Incendios y dinosaurios






Que calor!!!


Es increible el calor que está haciendo éstos últimos días, las temperaturas se elevan, los campos se resecan y ésto unido a alguna colilla... ¡incendio al canto!


Y es que... menuda rachita llevamos, en lo que va de año hemos quemado el doble que hace 10, hayá por 1998 cuando reforestábamos mucho menos y éramos menos responsables con éste tipo de catástrofes, entonces se quemaba la mitad que ahora.


Los "expertos" le hechan la culpa al cambo climático mientras alguna vocecilla de aldeano extremello habla de reforestaciones con especies no autóctonas como los pino, que crecen rápido y arden todavía más rápido (pero es no es tomado en cuenta, claro). ¿Sabiaís que el gobierno te subvenciona si plantas pinos en tu parcela, por cada pino un dinerito al año, que no hace daño?




El caso es Greenpeace dice que nos estamos quedando sin bosques, mientras ponemos pinos quemámos encinas y la temperatura sigue aumentando, especiamente en la zona mediterránea donde se cuenta que la industria turística se verá gravemente afectada por el cambio climático, ya que el turismo se desplazará a zonas más templadas como por ejemplo la costa francesa, que se convertirá en un lugar mucho más soleado de lo que es ahora.




En medio de tanto calor proliferan los aires acondicionados que, a su vez generan más contaminación y gas caliente que ayuda a calientar más el ambiente.


¿Habeis probado a mirar por las ventanas a las cinco de la tarde? Nadie, o como se dice en mi pueblo, "ni un alma por la calle". Todo el mundo refugiado en casa o los más afortunados en la playa, y es que el verano está pasando de ser una época de vacaciones y disfrute del sol para convertirse en un tiempo donde lo más importante es sobrevivir a las altas temperaturas como se pueda. El viajar a las zonas costeras pasa de ser un viaje de vacaciones, relax, entretenimiento, a convertirse en una "huida en masa" hacia zonas más templadas.




Estamos empezando a ver cómo la gente cambia sus vacaciones al sur y levante para desplazarse hacia Galicia, Asturias o Cantabria en pleno verano, huyendo de las altas temperaturas del mercurio.




El hecho es que hay mucho CO2 en la atmósfera y pocos árboles para absorverlo, literalmente nos estamos cociendo a fuego lento en una especie de horno enorme que no deja salir el calor, como si alguien nos hubiera puesto al grill en un microondas casero.




Sólo tenemos que echar un vistazo a nuestro alrededor para ver que los embalses tienen menos agua, los rios disminuyen o desaparecen en época de sequía y las lagunas tienen niveles alarmantes. Parece que no nos damos cuenta de las lluvias torrenciales que nos inundan de vez en cuando, y que en lugar de regar la tierra y alimentar la vegetación, producen destrozos no dejando que la tierra seca y dura pueda absorver suficiente agua, por lo que ésta se desborda de los cauces que habitualmente la controlaban. Claro está, también existe falta de previsión por construir tan cerca de los ríos, tierras envenenadas por los herbicidas o pesticidas que a menudo utilizamos para aumentar el rendimiento de los productos agrarios, y que luego nos comemos en las pieles de las lechugas, tomates o manzanas.




Las personas como siempre, las últimas en enterarnos de éstos cambios en el medio ambiente. Sí, habeis leído bien, múltiples especies se han percatado antes de éstos cambios y han decidido migrar de nuestras costas y valles, véase el estado del Parque de Doñana y la drástica disminución de sus poblaciones, que están migrando hacia otras zonas.




El calor hace estragos en mí, no sé si será fruto de la deshidratación, el caso es que ultimamente me pregunto si podríamos sobrevivir ahí fuera a éstas temperaturas sin aire acondicionado, casas, ventiladores ni resto de tecnología de la que hoy hacemos acopio. Si viviésemos al aire libre y tubíesemos un cuerpo grande que no puediese resguardarse a la sombra ni posibilidad para regular la temperatura de nuestro cuerpo, entonces probablemente también acabaríamos extinguiéndonos, y es que, como dicen los evolucionistas seguidores de las teorías de Darwin; "la extinción es la regla, la supervivencia la escepción"
Con tanto hablar del calor me está entrando mucha sed, así que os dejo y me voy a buscar algo de agua, mientras aún siga saliendo por el grifo.











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